La crisis actual de la educación, a nivel mundial, se define como fundamentalmente humana debido a la presencia de una cultura instrumentalista y deshumanizante, donde la dimensión humana queda subordinada a los criterios de la productividad y eficiencia por la imposición de la razón tecnológica, la tecnificación de los saberes humanistas y el imperio de la eficacia y rentabilidad. El paradigma de la racionalidad instrumental conlleva la imposición de un modelo tecnocrático de educación que hace extensiva a las ciencias humanas,la metodología de las ciencias naturales con sus postulados de objetividad, neutralidad y la supremacía de la razón instrumental frente a la dimensión ética y lo valorativo.
El hombre como ser social, creador de cultura y protagonista de su propia historia, está llamado a construir una tecnología de punta para una óptima producción industrial como herramientas, máquinas y equipos y materiales cada vez más sofisticados.
Nuestra filosofía es la búsqueda de la interrelacionalización de las competencias en la formación y orientación de los estudiantes para que sean personas participativas, críticas, responsables, cuestionadoras y capaces de afirmarse a sí mismo con autonomía ante la realidad que lo circunda y basados en la construcción de sus conocimientos mediante el hacer.
Las acciones propuestas buscan optimizar la calidad de la enseñanza, bajo una concesión constructivista y humanista dirigida a la actualización de los docentes, a partir de sus propias necesidades y las de sus alumnos; al igual que pretende desarrollar actividades que generen una producción socio-cultural cónsona con los requerimientos de nuestro país. Al mismo tiempo, propiciar el rescate de la disciplina escolar, la formación de los valores esenciales e incrementar la participación de los padres y representantes en el acompañamiento del proceso de aprendizaje de sus representados. Todo en un ambiente donde se promuevan los valores que identifican nuestra identidad nacional, regional y local.